En los últimos meses, pareciera que todo el mundo está hablando de inteligencia artificial. Está en las redes, en el trabajo, en las universidades, en los titulares… y por supuesto, también en el trading. Basta con scrollear dos minutos en TikTok o YouTube para ver a alguien diciendo que ahora podés hacer dinero en automático gracias a un bot de IA que “opera por vos mientras dormís”. Suena tentador, ¿no?
Como trader y formador, decidí poner a prueba algunas de estas herramientas. No para buscar la fórmula mágica (spoiler: no existe), sino para entender qué lugar puede tener la IA en el proceso de análisis, toma de decisiones y ejecución dentro del trading real.
Probé tres tipos de herramientas diferentes: una IA conversacional (tipo ChatGPT), un generador de estrategias automáticas, y un bot que puede operar solo. Lo que encontré no solo fue interesante… también fue una gran confirmación de algo que venimos repitiendo hace años: sin formación y sin educación financiera, ninguna herramienta va a salvarte de quemar tu cuenta.
La primera herramienta que probé fue ChatGPT. No para que me diga qué comprar y qué vender, sino para ver qué tan útil puede ser como “asistente de trading”.
Le pedí cosas como:
El resultado fue sorprendente. No porque me diera “la posta”, sino porque me ayudó a ordenar la información y a ponerle palabras a ideas que ya tenía. En otras palabras, fue un buen copiloto. Nunca tomaría una decisión de mercado en base a lo que diga ChatGPT, pero sí lo usaría como una segunda opinión o para hacer más ágil el proceso de análisis.
Incluso me sorprendió en otro plano: el psicológico. Cuando le pedí que me recordara principios de control emocional, o cómo actuar frente a una racha de pérdidas, me respondió con una claridad que a veces cuesta encontrar cuando estás en caliente, frente a las velas.
Conclusión: es una herramienta poderosa para aprender, repasar, estructurar ideas y mantener el enfoque. Pero no piensa por vos. No siente el riesgo, no vive las pérdidas. Y si no tenés una base sólida de conocimiento, es fácil caer en la trampa de creer que lo que te dice es palabra santa.
Después me metí con plataformas que te permiten crear estrategias sin programar. En estos sitios podés combinar indicadores técnicos, definir condiciones, y obtener un backtesting automático con porcentajes de efectividad, ratio riesgo/beneficio y más.
Armé una estrategia simple con RSI + Donchian Channel y la probé sobre acciones tecnológicas. Los resultados eran… “aceptables”. Pero ese no era el problema.
El verdadero problema es lo fácil que es engañarse. Si no entendés bien qué estás haciendo, podés crear una estrategia que en backtest funciona bárbaro (porque está hecha a medida del pasado), pero en la vida real no sobrevive ni una semana. Es el típico caso de overfitting: optimizar tanto para los datos históricos que no funciona con datos nuevos.
Y acá es donde se nota la diferencia entre alguien que tiene formación en trading y alguien que no: el que está formado no se deslumbra con una curva de equity linda, sino que sabe mirar más allá. ¿Cómo se comporta en diferentes mercados? ¿Cómo gestiona el riesgo? ¿Qué lógica hay detrás de esas reglas? ¿Se sostiene bajo presión?
Conclusión: la IA puede ayudarte a testear ideas más rápido, pero si no tenés criterio, estás jugando con fuego. Es como darle un Ferrari a alguien que no sabe manejar: puede parecer divertido… hasta que se estrella.
Este fue, sin dudas, el punto más “peligroso” del experimento. Probé conectar un bot que opera solo con reglas definidas previamente. La idea es que vos le das un sistema, y el bot lo ejecuta 24/7 sin que tengas que estar frente a la pantalla.
El concepto es tentador. El problema es que, de nuevo, si no entendés lo que estás haciendo… puede ser un desastre.
Puse el bot a operar en una cuenta demo con reglas que yo mismo configuré. Al principio parecía que todo iba bien: operaciones pequeñas, algunos aciertos. Pero en menos de 72 horas, la cuenta estaba en números rojos. ¿Por qué? Porque no había ajustes frente a la volatilidad del mercado. No había gestión de riesgo dinámica. No había lectura del contexto. Solo había ejecución ciega.
Y eso es exactamente lo que la IA no tiene (por ahora): contexto, intuición, sensibilidad humana. Puede seguir reglas, pero no puede improvisar cuando el mercado cambia las condiciones de juego. Y mucho menos puede bancarse emocionalmente una racha de pérdidas.
Conclusión: automatizar sin entender es una receta para el desastre. Si no podés operar vos mismo con disciplina y estrategia, no esperes que un bot lo haga por vos.
Después de este pequeño experimento, la conclusión es clara: la inteligencia artificial puede ser una herramienta poderosa dentro del proceso de formación y análisis de un trader. Te puede ahorrar tiempo, darte ideas, ayudarte a estructurar mejor tu estrategia, o incluso automatizar tareas repetitivas. Pero no reemplaza la educación, la práctica ni la experiencia.
La diferencia entre un trader que usa IA con criterio y uno que simplemente la “activa” esperando que le solucione la vida es abismal. Y la diferencia está en la formación.
Importante aclaración: todas las pruebas que realizamos con herramientas de inteligencia artificial fueron hechas en cuentas demo, es decir, en entornos de simulación sin dinero real. ¿Por qué? Porque el objetivo era experimentar, aprender y analizar comportamientos sin poner en riesgo capital. Recién cuando tenés una estrategia validada, entendimiento del mercado y una buena gestión de riesgo, se considera operar en real. La IA no es un atajo mágico para saltarse ese proceso.
En MVDtrading Academy te enseñamos desde cero cómo analizar el mercado, cómo pensar una estrategia sólida, cómo gestionar tu riesgo… porque lo que te convierte en trader es el proceso, el aprendizaje, la mentalidad.
Créditos de este artículo: Rodrigo Manzo (redacción y diseño), Esteban Echevarría (edición final)
POR FAVOR PUEDES DEJAR UN COMENTARIO ABAJO – ME GUSTARÍA LEER TU OPINIÓN 🙂
También puedes visitarnos en nuestra Página en Instagram
Divulgación de riesgos: El comercio de futuros y de divisas conlleva un riesgo sustancial y no es para todos los inversores. Un inversor podría potencialmente perder todo o más que la inversión inicial. El capital de riesgo es dinero que se puede perder sin poner en peligro la seguridad financiera o el estilo de vida de una persona. Sólo se debe utilizar capital de riesgo para el comercio y sólo aquellos con suficiente capital de riesgo deberían considerar operar. El rendimiento pasado no es necesariamente indicativo de resultados futuros. Los testimonios que aparecen en este sitio web pueden no ser representativos de otros clientes o clientes y no es garantía de resultados o éxitos futuros.
3 respuestas
Muy buenas Esteban y equipo!
Estoy totalmente de acuerdo.
Lamentablemente vamos camino a una sociedad cada vez más dependiente de la IA en todos los ámbitos del día a día.
Una excelente herramienta, con conocimiento ilimitado y en expansión, pero el uso desmedido y una sociedad sin poder analítico para poder tomar desiciones por medios propios, dos deja una combinación muy peligrosa.
Saludos chicos y un abrazo
Cristian Osano
Me parece súper interesante el artículo y vería luego de estar más avanzado en el curso y con los fundamentos más claros en poner en práctica, eso sí, primero avanzar con los fundamentos y herramientas otorgados por la acamedia para luego entender cómo funcionaría con ChatGPT y cómo se podría aplicar.
El cambio de mentalidad luego de haber perdido los ahorros con anterioridad por meterme en un mundo sin ningún conocimiento me está llevando de a poco a recobrar la confianza y poder ver si puedo aprender y entender para poder operar.
Gracias por la info 😉